Llevo meses y meses armándome de valor para hacerlos. En un ataque de valentía compré el cortador. Lo sé, con uno de galletas grande y un tapón de refresco salen iguales, pero ya que se hacía, ¡se hacía bien! Y como a mí no me gustan las “pijotaditas”… pues, en fin…
Ingredientes:
- 150 gr. de harina de fuerza.
- 100 gr. de harina normal.
- 40 gr. de azúcar.
- 5 gr. de sal.
- 10 gr. de leche en polvo (yo usé leche entera en polvo de La Lechera).
- 20 gr. de levadura fresca.
- 115 gr. de agua.
- Medio huevo batido.
- 20 gr. de manteca de cerdo (también puede utilizarse mantequilla).
Preparación:
Mezclamos en un bol todos los ingredientes secos: harinas, azúcar, sal, leche en polvo y levadura desmigada.
Añadimos el agua y el huevo batido. Y amasamos durante unos cinco minutos (este amasado lo hice con el mango de una cuchara de madera).
Añadimos la manteca y amasamos hasta obtener una masa lisa y homogénea. Luego formamos una bola y lo dejamos reposar dos horas. Debe duplicar su volumen.
Pasado ese tiempo, estiramos la masa con un rodillo en una superficie enharinada, dejándola con un grosor de 1 cm. Cortamos con nuestro maravilloso cortador de donuts y colocamos los donuts en una bandeja forrada con papel de hornear y los dejamos reposar de 30 minutos a 1 hora (yo los dejé un poco más de media hora).
Ponemos abundante aceite en una sartén honda y calentamos a unos 165ºC – 170ºC. Freímos los donuts por tandas y con cuidado que no se quemen y que estén bien hechos por dentro.
Los vamos sacando y dejando en papel de cocina para eliminar el exceso de aceite. Una vez templados los rebozamos en glasa de azúcar o cobertura de chocolate.
Para la glasa usé azúcar glass, un poco de agua y una pizca de pasta de vainilla.
Para la cobertura de chocolate, fundí un poco de chocolate negro de cobertura, una pizca de mantequilla y una pizca de la glasa de antes.
Y el resultado con el chocolate fue este:
Con azúcar (para mí, los mejores)
Y las bolitas… ¡Con su correspondiente bocado! ¡Ñam!
¡Para comerse un puñao de golpe!
Esta vez hice más de chocolate, pero la próxima vez… mitad y mitad, porque a mí me gustaron muchísimo más con azúcar. Mi chico, es el tonto del chocolate, no lo dudó, así que, para que no haya peleas… ¡¡Lo tengo claro!!
Por cierto, mi truco para las primeras dos horas de levado es encender el horno a 50ºC, dejar que coja un poco de temperatura el horno, apagarlo y poner el bol dentro en ese ambiente templadito para favorecer la fermentación. Si os pasa como a mí que vivís en zonas en las que no hace demasiada calor, ese truqui os ayudará. 😉
Espero que hagáis la receta… hay que tener un poco de paciencia pero vale la pena, ¡¡de verdad!!
P.D. He repetido la receta pero esta vez usando la KitchenAid. Cuando terminé de amasar, luego seguí a mano un rato más para darle la textura un poco más suave. El resultado… ¡¡igual de bueno o más!!